Entre bicicletas y barcas

Una de las primeras cosas que hace un turista al llegar a Amsterdam es una excursión en barca por sus canales, algo que rara vez hacen sus propios ciudadanos, que apenas utilizan los canales para desplazarse. Para hacerlo usan las bicicletas. Para entender realmente a un holandés debes alquilar una bici y recorrer la ciudad con ella.
Aunque la red de canales de Amsterdam recorre 24 km, estas vías están infrautilizadas. Se ha limitado la velocidad para evitar que el oleaje erosione las orillas, con lo que solamente se puede navegar a velocidad de crucero, algo que solamente es práctico para el turista. Hacer una ruta en barco es una buena forma de ver Amsterdam desde una perspectiva muy diferente.
Los habitantes de la ciudad usan la bicicleta como medio de transporte desde hace más de 200 años, gracias a la orografía de su suelo. Las bicicletas tienen su propio carril bici, con cruces y semáforos, que funcionan al contrario de los que están para regular el tráfico normal. En muchos puntos de la ciudad puede alquilar una bici, algo que le dará mayor libertad para visitar la ciudad y que hará que llegue a lugares donde no se habría acercado de tener que ir andando.
El único problema es que se roban multitud de bicicletas, que luego se abandonan en el fondo de los canales. Por eso los habitantes de Amsterdam usan más de un candado y las fijan a elementos anclados al suelo.