Cafés oscuros

En Amsterdam nunca se está lejos de un café oscuro, llamados de esta manera por el color marrón claro que han adoptado sus paredes de madera después de tantos años sometidas al humo del tabaco. La bebida tradicional es la ginebra holandesa, que tiene un aroma a enebro y cítricos. Pese a ello lo que más se consume es la cerveza de barril.
Estos cafés son toda una institución en Amsterdam. Su ambiente acogedor son una auténtica tentación cuando se hecha el frío, o acecha la humedad. Además cada uno cuenta con su propia clientela, unos atraen a amantes del arte, o aficionados al deporte. Otros son lugares de reunión de estudiantes, y algunos son conocidos por sus conciertos de blues. Algunos se han echo famosos por sus tartas de manzana. Los cafés funcionan como los antiguos bares de pueblo, son sitios donde los vecinos se reunen después del trabajo, de clase o el fin de semana, para charlar un rato o leer el periódico.
La mayoría de estos cafés son pequeños y te obligan a compartir mesa, algo que ayuda a relacionarse con el de al lado.
Una vez aquí no podrás irte sin comer algo. La mayoría de de los cafés ofrecen aperitivos para minimizar los efectos del alcohol. Desde bocadillos hasta sopas consistentes, estofados, tortillas y ensaladas. Pero lo mejor de todo es la tarta de manzana con nata montada encima, todo un clásico.

Droga y Sexo

La consumición abierta y legal de drogas blandas es como consecuencia de una reciente legalización liberal, pero el tema de ejercer la prostitución, aquí es tan viejo como la propia Amsterdam. Funcionarios municipales antiguamente forjaron auténticas fortunas, cuando ser propietario de un burdel era una ventaja de su cargo. Hoy el barrio rojo es un atractivo turístico de la ciudad. Amsterdam ha reconocido que existe una importante industria entorno al sexo, y ha decidido integrarla en la vida normal. Las prostitutas disponen de un permiso para ejercer, deben pasar controles médicos y pagar impuestos. Como verá la policía le podrá multar por montar jaleo en la calle, por aparcar sin pagar pero no por consumir drogas blandas o frecuentar prostitutas.
El decoro y las buenas maneras dictaron la norma de fumar hachís solamente en los coffeeshops, nunca en público. Cualquier coffeeshop vende varias clases de marihuana y hachís, además de café, cerveza y zumos.
Si toleras las peculiaridades holandesas, probablemente ellos toleraran las tuyas.

Entre bicicletas y barcas

Una de las primeras cosas que hace un turista al llegar a Amsterdam es una excursión en barca por sus canales, algo que rara vez hacen sus propios ciudadanos, que apenas utilizan los canales para desplazarse. Para hacerlo usan las bicicletas. Para entender realmente a un holandés debes alquilar una bici y recorrer la ciudad con ella.
Aunque la red de canales de Amsterdam recorre 24 km, estas vías están infrautilizadas. Se ha limitado la velocidad para evitar que el oleaje erosione las orillas, con lo que solamente se puede navegar a velocidad de crucero, algo que solamente es práctico para el turista. Hacer una ruta en barco es una buena forma de ver Amsterdam desde una perspectiva muy diferente.
Los habitantes de la ciudad usan la bicicleta como medio de transporte desde hace más de 200 años, gracias a la orografía de su suelo. Las bicicletas tienen su propio carril bici, con cruces y semáforos, que funcionan al contrario de los que están para regular el tráfico normal. En muchos puntos de la ciudad puede alquilar una bici, algo que le dará mayor libertad para visitar la ciudad y que hará que llegue a lugares donde no se habría acercado de tener que ir andando.
El único problema es que se roban multitud de bicicletas, que luego se abandonan en el fondo de los canales. Por eso los habitantes de Amsterdam usan más de un candado y las fijan a elementos anclados al suelo.

Videos sobre Amsterdam

Aquí os dejo algún vídeo turístico sobre la ciudad de Amsterdam.