Como bien dicen nuestros amigos de Lonely planet, Ámsterdam es la mayor ciudad de holanda, y se caracteriza por ser uno de los lugares más acogedores del planeta. Donde el viajero puede empaparse de historia y arte de la misma manera que disfruta de una agradable cerveza en un coffeshop. La ciudad ha sabido mezclar con sutileza lo antiguo y moderno. Ámsterdam mezcla la exuberancia de una gran urbe con la confortabilidad de un pueblo pequeño.
La urbe constituye un hogar cosmopolita que durante décadas ha atraído a emigrantes e inconformistas. Se trata de una ciudad próspera y una ciudad difícil de abandonar al final de un viaje.
La idea de viajar a Ámsterdam surgió al ver un reportaje en alguna de las muchas revistas de viajes que existen en el mercado. Enseguida me puse a buscar información sobre la ciudad en varios de los foros de viajes de los que soy asiduo, como pueden ser Lonely Planet o Los viajeros ambos foros altamente recomendables.
Antes de darme cuenta ya había reservado el alojamiento. Gracias a que nuestra experiencia en Noruega fue muy satisfactoria, volvemos a repetir reservando un albergue de la cadena hihostel. El alojamiento en Ámsterdam es carísimo, y estos albergues proporcionan descanso a un precio muy razonable. En este caso hemos podido reservar el albergue en un sitio céntrico, el barrio de los museos, por lo que nos ahorraremos un dinerillo en transporte público.
Lógicamente hay un montón de maneras de llegar a Ámsterdam; tren, vehículo particular, bus, pero nosotros elegimos la más cómodo y rápido de todos, el avión. La reserva la hicimos a través de destinia.com que fue el portal que mejores precios nos ofrecía. Finalmente la compañía aérea elegida para volar fue Easyjet con la que realizaremos el trayecto directo Madrid - Ámsterdam.
El aeropuerto de Ámsterdam es Schipool, que está situado a 18 km de la ciudad. Para llegar al centro se puede optar por tomar un taxi, el autobús o el tren. Nosotros cogeremos este último hasta la estación de tren, situada en el centro de la ciudad y desde allí hasta el alojamiento tomaremos uno de los muchos tranvías que por allí pasan. Aunque una vez nos hallamos instalado, alquilaremos un par de bicicletas para movernos por la ciudad como uno más, esta es la forma más sencilla y rápida de desplazarte.
Algo que para nosotros resulta imprescindible antes de viajar es hacerse con una buena guía de la ciudad que vas a visitar. Nosotros como ya hemos hecho en alguna otra vez, usaremos la guía de National Geographic. Aunque en el mercado dispones de un montón más. A nosotros esta es la que más nos gusta, puesto que es muy gráfica y sencilla de usar y enseguida te ubicas en la ciudad. Pero desde luego esto es cuestión de gustos nada más.
Ahora el siguiente paso es seguir buscando información en internet acerca de esta ciudad.